Discurso do Presidente Chileno SALVADOR ALLENDE
"Muy estimados compatriotas, el Premio Nóbel de Literatura ha sido otorgado a un chileno, a Pablo Neruda. Este galardón, que incorpora a la inmortalidad a un hombre nuestro, es la victoria de Chile y de su pueblo, y, además, de América Latina. Esta extraordinaria y significativa distinción pudo o debió haberla alcanzado Pablo Neruda hace años. Esto sin detrimento de la obra o del mérito literario de los que la adquirieron. Sin embargo, en este instante es para nosotros también una obligación, junto con destacar que Chile es una tierra de poetas, traer hasta nosotros el recuerdo de esa mujer que alcanzara también el Premio Novel de Literatura, Gabriela Mistral, y señalar que en el trasfondo de la obra de ambos hay un profundo contenido humano y social. Por cierto que no es ésta la oportunidad para señalar y bosquejar, aunque fuera en forma muy somera, la obra de Pablo Neruda, cuya prodigiosa imaginación alcanza todos los aspectos de la vida del hombre. Quiero destacar que nada ha escapado a la imaginación de este poeta nuestro. Sus libros y su poesía están traducidos desde hace tiempo a todos los idiomas. Sin embargo, es útil decir que es el premio al poeta comprometido con el pueblo, al que ha paseado por sus versos una fase significativa de su tarea. Y por eso es natural que en esta hora sea el pueblo quien con mayor alegría festeja a su compatriota, al hermano. Neruda, un humanista esclarecido, que ha narrado con belleza la inquietud del hombre ante la existencia. Por la poesía de Neruda pasa Chile entero, con sus ríos, montañas, nieves eternas y tórridos desiertos. Pero, por sobre todas las cosas, por ella están el hombre y la mujer. Por eso está presente el amor y la lucha social. Reitero que esto es para nosotros la distinción otorgada a Neruda, una distinción que alcanza a Chile, a todos los chilenos. Es indiscutiblemente un sentimiento nacional y patriótico justo y que en este instante por mi intermedio expresa su satisfacción. Sin embargo, no puedo dejar de señalar que Pablo Neruda, Embajador del Gobierno del pueblo en Francia, ha sido durante toda su existencia un combatiente con firme posición ideológica; militante de uno de los partidos que integran la Unidad Popular y miembro activo de ella. Personalmente, tengo motivos muy especiales para sentirme en este instante legítimamente conmovido por esta distinción que se otorga a Pablo, con quien durante tantos años participara en los combates populares. Fue mi compañero de muchas giras, en el norte, centro y sur de Chile, y siempre recordaré con emoción cómo el pueblo, que oía nuestros discursos políticos, escuchaba con emoción, en un silencio expectante, la lectura que hacia Pablo de sus versos. Qué bueno fue para mí ver la sensibilidad del pueblo y cómo los versos del poeta caían en el corazón y la conciencia de las multitudes chilenas. Por eso desde aquí le envío el abrazo fraterno del pueblo de Chile por mi intermedio."